6/4/09

Síndrome de Muerte Súbita


Definición:
El Síndrome de Muerte Súbita del Lactante (SMSL) afecta a algunos niños hasta el año de edad que, sin presentar síntomas, pueden morir inesperadamente, en general mientras duermen. Se excluye en su definición a los niños en período neonatal. Las causas de esta muerte repentina de niños aparentemente sanos no se han podido determinar con exactitud. Se lo define como síndrome, por ser el resultado de varios factores que desencadenan una alteración respiratoria del bebé durante el sueño, causándole la muerte. Podría decirse que estaría involucrada una falla, hasta hoy no pronosticable, en los mecanismos de control nervioso. Es más frecuente en climas fríos, y se ha observado mayor incidencia en hermanos consecutivos de niños que han sufrido SMSL.

Factores de Riesgo:
Los especialistas aconsejan prestar atención a la respiración y el estado general del bebé mientras duerme, a fin de poder detectar cualquier variación inusual. Entre los factores de riesgo definidos hasta hoy, puede citarse las apneas (ausencia de respiración durante un período más o menos largo de tiempo), más aún en niños nacidos prematuros. Algunos pequeños presentan este tipo de episodios con ausencia de la respiración durante un lapso importante, y con cambio de color de piel hacia el morado. En otras ocasiones pueden presentar palidez extrema, relajación de los músculos, etc. Otros factores que podrían influir son el consumo de drogas y alcohol durante el embarazo, aunque se desconoce la incidencia real.

Qué hacer?:
Al desconocerse las causas, el SMSL no puede preverse. Sin embargo, es común que los padres que viven este problema desarrollen sentimientos de culpa por su supuesta falta de cuidado y vigilancia o, en sentido más general, irresponsabilidad en la crianza del bebé, lo cual es falso. Generalmente se genera una situación muy angustiante en el grupo familiar: el dolor de perder un hijo tan pequeño, la posible participación de la ley por la necesidad de determinar la causa de la muerte. En muchos casos, el lógico temor a que suceda nuevamente, interfiere con el deseo de engendrar un nuevo bebé. Es aconsejable que la pareja que haya pasado por este duro trance requiera la ayuda de una psicoterapia adecuada.