25/4/10

Expertos aconsejan retirar lámparas y radiodespertadores de las mesillas de noche para evitar problemas de salud

Las radiaciones de estos aparatos pueden provocar cansancio inexplicable y disfunciones en el sistema inmunológico que pueden derivar en tumores MADRID, 23 (EUROPA PRESS) Tener lámparas, radiodespertadores o teléfonos inalámbricos en las mesillas de noche, dormir pared con pared con electrodomésticos o mantener el 'router wifi' encendido todo el día pueden provocar problemas de salud como trastornos del sueño, dolores crónicos o enfermedades psicosomáticas, según afirmó hoy el vicepresidente de la Fundación para la Salud Geoambiental (FSG), Fernando Pérez.

"El principal problema de estos aparatos es que emiten campos electromagnéticos, especialmente los transformadores de electricidad y las señales telefónicas, que pueden causar desde cansancio inexplicable, hasta disfunciones en el sistema inmunológico que pueden derivar en tumores", explicó el representante de FSG, asociación que inicia este viernes su andadura con el objetivo de "investigar y concienciar sobre los efectos de las radiaciones en la salud".

"Los órganos vitales funcionan mediante impulsos eléctricos, por tanto, el estar sobreexpuesto a radiaciones naturales y artificiales interfiere con los ritmos biológicos y tiene consecuencias para la salud", aseguró Pérez, especialista en Salud Ambiental. "Por ejemplo --indicó-- una lámpara en la mesilla de noche, aunque esté apagada, puede provocar que el cuerpo humano emita señales de hasta 30 voltios mientras duerme, cuando lo normal no sería llegar ni a un voltio".

"Cada día se observan más casos de cáncer y leucemia de origen desconocido, por ello es necesario empezar a plantear seriamente qué papel juegan las radiaciones en la salud y definir soluciones a nivel social", comentó este experto.

En esta línea, estudios como el Informe Karolinska afirman que los niños que viven en casas expuestas a dosis de radiaciones electromagnéticas superiores a 300 nanoteslas, tienen cuatro veces más riesgo de contraer leucemia, y a 200 nanoteslas el riesgo es tres veces superior a lo normal. "Para hacerse una idea --explicó Pérez--, un transformador de cualquier electrodoméstico genera unos 2.000 nanoteslas a menos de medio metro de distancia".

RADIACIONES NATURALES

Por otra parte, la fundación quiere hacer hincapié igualmente en las radiaciones naturales, "porque lo que ocurre en el subsuelo tiene efectos en la superficie y en los campos magnéticos que nos rodean, y por tanto influye en el funcionamiento electromagnético del propio ser humano", afirmó el vicepresidente de FSG.

"En los cientos de viviendas analizadas durante mi carrera, en la mitad de los casos se ha encontrado un problema de radiaciones naturales en el lugar donde se situaba la cama, que es donde más horas al día se permanece y, por tanto, donde se está más expuesto. Y el 80 por ciento de las viviendas están construidas sobre una perturbación geofísica", detalló Pérez.

A este respecto, la legislación es "dispar" en función de los países. "Los más avanzados, como Francia, están eliminando las redes 'wifi' en bibliotecas, colegios y lugares públicos", recordó Pérez, "pero en España la legislación data del año 2001, y establece unos límites máximos que son 4.000 veces superiores a los recomendados por los últimos estudios.

GARANTIZAR LA SALUD DEL CIUDADANO

La tecnología avanza a pasos agigantados y cada vez las personas están expuestas a más fuentes de radiación, pero "las leyes no se están adaptando a esta realidad", dijo este experto. "Es urgente que los poderes públicos tomen conciencia de esta situación y modifiquen la legislación para que la salud de los ciudadanos quede garantizada", apuntó.

En este sentido, el director general de la fundación, Ezequiel Cabado, explicó que el objetivo de FSG es el de "lograr que no haya ninguna persona enferma por estos motivos por culpa del desconocimiento". Para esta tarea, FSG impulsará "programas de investigación, divulgación, concienciación y formación en salud ambiental", añadió.

2/4/10

Los sapos pueden permitir predecir un sismo

El comportamiento de los sapos en plena temporada del apareamiento podrían permitir "prever lo imprevisible", es decir, un sismo, según un estudio publicado este miércoles por los investigadores de una universidad británica.Seguir leyendo el arículo

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Un "brutal cambio de comportamiento" de los sapos machos comunes ('Bufo bufo') fue visible "cinco días antes del sismo" ocurrido en la ciudad italiana de L'Aquila, el 6 de abril de 2009, según un equipo de investigadores que observaba a los anfibios en sus sitios de reproducción.

Los resultados obtenidos sugieren que "los sapos comunes B. bufo son capaces de predecir los acontecimientos sísmicos importantes y de adaptar su comportamiento en consecuencia", según la bióloga Rachel Grant (Open University, Milton Keynes, Gran Bretaña).

Con su colega Tim Halliday (Oxford), Grant observaba los sapos desde hacía una decena de días, a 74 km de L'Aquila, cuando se produjo el sismo de una magnitud de 6,3 y que dejó 299 muertos.

Cinco días antes del terremoto, el número de sapos machos en ese sitio de reproducción se redujo drásticamente en un 96%, una conducta "extremadamente inusual" para los sapos, según un estudio publicado en el Journal of Zoology.

"Una vez que los sapos aparecen para reproducirse, por lo general se quedan activos en gran número en el lugar de reproducción hasta que termina el periodo de apareamiento", recordaron Grant y su colega de Oxford.

Además, en los tres días anteriores al sismo, el número de apareamientos se redujo a cero, indicaron.

Tras abandonar el sitio al acercarse el sismo, los machos volvieron tímidamente durante la luna llena, pero eran mucho menos numerosos que en años anteriores: sólo 34, contra de 67 a 175 sapos contados en el pasado.

Hasta el 15 de abril, o sea diez días después del terremoto y dos días después de que la última réplica importante, el número de sapos se mantuvo más baja de lo habitual.

Los investigadores confiesan que no saben "que la señal del medio ambiente" fue percibida por los sapos "tanto tiempo antes del terremoto", pero observaron que la disminución de la actividad de los sapos coincidió con "perturbaciones presísmicas en la ionosfera", la capa superior de la atmósfera donde los gases se ionizan (electrizan).

Esas alteraciones, detectadas en las frecuencias bajas de radio podrían estar relacionadas con escapes de radón, gas radiactivo que surge del subsuelo terrestre, o con las ondas gravitacionales.

Otros animales, elefantes, peces, serpientes o lobos han sido estudiados en el pasado en búsqueda de señales precursoras de terremotos, sin que se haya conseguido sin embargo evidencias tan convincentes como con los sapos.