Crónica de la primera ves de 1/3
La primera vez, aun cunado uno se haya preparado para ella mirándose al espejo simulando circunstancias y posibles respuestas, nunca resulta como uno espera; nunca podría haberme imaginado un macondo en cierta universidad, aun cuando se que estamos en latino América, efervescente, penosa y trágica, gestora del realismo mágico.
Puede ser un miércoles o un jueves o a la preferencia del capitán de esta nave un viernes, que caiga en nuestras manos una invitación que si bien es avisada por teléfono, email, y cualquier otro medio que sea útil para hacerte acordar que debes de asistir.
Nuestra primera sesión de consejo de facultad de los nuevos representantes estudiantiles, una puerta abierta al final del pasillo del laboratorio experimental que da a la sala de sesión, alfombra verde, una mesa rectangular grande casi al centro del salón, 18 sillas alrededor hacen presagiar solemnidad y debate concienzudo sobre la problemática estudiantil y el desarrollo de la facultad; y como el tiempo va enseñándonos que es una costumbre de iniciar a la misma hora, como si supiéramos que es la hora de unos bocadillos antes del almuerzo; son las 10:30am. Aun no llegan muchos, a contrariedad de la convocatoria que remarca la puntualidad, poco a poco van llegando los consejeros a la sala.
10:54 todos acomodados en los asientos de la mesa del tiempo que no fue (quieren que no se sepa, que hagamos de cuenta que lo que fue y se dijo, no fue), el “comandante general” ordena que se abrochen los cinturones y su asistente repite la orden; a continuación hace un puch que nos traslada a todos a un viaje del tiempo en la mesa voladora, la rapidez del viaje despoja a algunos de equipaje moral, ético, intelectual y los traslada lobotomizados, convertidos en meras maquinados levantámonos, incapaces de cuestionar o argumentar ideas mínimamente coherentes. Es luego del push del “comandante” que empieza la sesión.
La sesión empezó con 11 minutos de retrazo siendo el ultimo en llegar el decano de la esta casa de estudio… a continuación se leyó la acta ultima para ver si había alguna corrección que hacer a la misma, a solicitud de algún miembro de consejo... pero antes de quien pueda procesar la información, de levantar la mano, el ya decide pasar a otro punto, tan rápido como el resplandor de un rayo en el firmamento.
Como un concilio secreto se discuten temas de total interés a todos (estudiantes y profesores) poniéndose en juego decisiones que benefician o perjudican a quienes representamos, aun así sabiendo la responsabilidad que recae en nuestros hombros se decide guardar silencio y sancionar a aquellos que con osadía y “malcriades” osaron en hacer publico y de conocimiento abierto, que según las reglas de este concilio no se puede.
Entre defensa y ataques, alianzas y agresiones, entre omnipotencia y mortalidad, entre la experiencia a favor y en contra, éramos revoloteados… como si estuviéramos en el mar, rebotando contra las rocas, y cuando pensábamos que ya habíamos entendido la dinámica, viene otra ola y nos devuelve a la roca, con un frió y húmedo golpe. Claro nadie nos dijo como debería ser, nadie nos enseño, que las amabilidades son solo para aquellos que están a su derecha, pero no para quienes están al frente suyo. Haciéndonos sentir más que menos, que nosotros solos somos una votación que si bien puede jugar a favor suyo por el miedo que nos causa, no fuimos con esa decisión sino a favor de quienes nos habían dado la oportunidad de estar hay en nombre de todos ellos y votamos y no votamos, actuamos en lo que creíamos justo para todos y no para unos cuantos.
Desde hoy entiendo porque surgió en Latinoamérica el realismo mágico, porque dicen que la realidad supera toda ficción y la Villa de Reyes se me torna irreal, inmoral ya sin realeza. Entiendo porque todo esta como esta, porque no quieren algunos que todos sepamos lo que se dice ahí, porque con ardor descocado intentan amedrentar y silenciar. Mis compañeros y yo creemos que el principio del cambio esta en la información y en la consulta abierta a todos los alumnos; ratificamos nuestro compromiso de dar testimonio de lo pasó y se dijo el día de la primera sesión y todas las siguientes.
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