Be sex. No esperes a que sea tu pareja quien tome la iniciativa sexual o se encargue de mantener viva la llama. ¿Te gusta sentirte deseada? A él también, así que házselo saber a menudo y tendrás buenas dosis de sexo rápido. Por tu parte, mantener tu cuerpo receptivo para el sexo te hará estar mucho más sexy y juguetona. Cuando te duches, enjabónate pensando que es él quien lo hace, desvístete pensando que es él quien te quita la ropa, acaríciate como él lo haría, mira su boca y sus manos cuando te habla… que tu cuerpo y tu mente estén siempre dispuestos para el sexo.
Requiere esfuerzo. El enamoramiento facilita el buen sexo, pero éste también puede conseguirse con un poquito de esfuerzo. Todos podemos ser más sexuales y querer más sexo con nuestra pareja habitual. Así que la primera regla de oro para el sexo rápido es poner tu cerebro en “modo sexual”. Empieza a imaginar dónde harías el amor con él de forma salvaje y sin poderte contener: ¿en el coche, en el ascensor, en la cocina, mientras prepara la cena? Si tienes este tipo de pensamientos cada día empezarás a desearlo y acabarás por hacerlo realidad.
Out fit rápido. Pantalón vaquero, camiseta interior, jersey, calcetines… quitar tantas capas de ropa puede convertir el sexo rápido en demasiado lento. Sé lista y vístete pensando en un posible encuentro sexual apresurado. Las faldas y vestidos con medias y ligueros no sólo facilitarán la “operación” sino que ¡pueden ser el desencadenante! Por supuesto, procura llevar siempre lencería sexy, él puede ser rápido pero no ciego.
Usa lubricante. La mayoría de los hombres pueden tener una erección inmediata ante un estímulo sexual potente, como por ejemplo que su chica le susurre al oído que necesita ser penetrada por él. Por desgracia, nuestra fisiología no es tan rápida como la de ellos, necesitamos más preliminares para estar listas y eso puede ser un inconveniente frente al sexo rápido. Un problema que puedes solucionar fácilmente con un buen lubricante, a ser posible, comestible, como las monodosis de lubricante MixGliss, perfectas para llevar encima.
Lugares inusuales. El sexo rápido es impulsivo, inesperado, salvaje y a veces algo sucio y arriesgado, pero os conecta como pareja y mantiene vivo el deseo. Aunque lo ideal es que no sea planeado, ahí entra en juego tu inteligencia sexual para propiciarlo. Si quieres volver a sentir lo que es un “aquí te pillo…” lánzate sobre él en el garaje, un probador o el baño de un restaurante. La cama es el enemigo del sexo rápido, así que cuanto menos la uses, ¡más posturas nuevas descubrirás!
Preliminares mentales. Si quieres tener sexo rápido y apasionado, no dejes de pensar en él. Ponte en situación siempre que puedas para anticiparte al encuentro, desearlo y, finalmente, propiciarlo. Ponerte guapa, llevar lencería hot o utilizar tus juguetes sexuales pueden mantenerte siempre lista para la acción. Pero, sobre todo, pon tu mente en “modo sexual”.
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