A ver chicas, decidme si os pasado que el novio se enfada y no sabéis por qué. Seguro que sí. Existen un millón de razones para que alguien, y no sólo el novio, se enfade con nosotras, pero de vez en cuando se trata de cosas que decimos en automático y pueden ser más problemáticas que una riña de verdad. Hemos reunido unas cuantas frases que toda chica en una relación debería evitar decir. ¡Ojo! No es una cuestión personal, pero hoy hemos empezado con las chicas, después seguiremos por lo que ellos no deberían decirnos. Además, hay que ser sinceras, tendemos a repetir algunas de estas, o yo por lo menos me reconozco en varias…
“Mi ex hacía igual”: Da igual si es algo positivo, como dejarte el último (y más sabroso) bocado de la cena, o negativo, como que siempre llega 20 minutos tarde. La cuestión es que hacer estas comparaciones no ayuda a su autoestima, o a sus pensamientos. Quizá crea que aún extrañas a tu ex. Ten cuidado. Si lo haces, procura que sea por algo real. Pero no compares, que seguro a ti tampoco te gustaría que lo hiciera.
“Susana está embarazada… ¡Pero no digas nada!”. A ver, si tu amiga “Susana” se entera que has compartido su secreto se enfadará contigo; si a él se le escapa el tema, “Susana” se enfadrá contigo (y no con él)… Es verdad que dicen que un secreto compartido deja de ser un secreto, pero si te tienen la confianza procura que no te gane el cotilleo. A él no suele interesarle la idea de que le cuenten algo que, por mantener en secreto, lo pueda meter en un problema (y en general a nadie). No le comprometas. A él no le gusta enterarse de todos los secretos íntimos de tus amigas. No se los cargues.
“¿Te parece guapa?” No importa si tú consideras guapa o no, a la chica de la fila del supermercado. Él sabe que nunca ganará en una situación así, y es como ponerlo contra la espada y la pared. ¿Por qué? Si él te contesta que sí, seguro te enfadas o comenzarás a compararte. Si te dice que no, puede ser que: no le creas y te cuestiones en qué más te miente; si te convence de que no es guapa, puede que te comas el coco con que tiene mal gusto, y entonces dudarás de qué le gusta de ti. Eso no.
“Estoy bien / no importa” . ¡Cuántas discusiones has tenido a raíz de algo así! Yo muchas. Vamos a ver, si tuviste un mal día, él no es culpable. Quizá sea bueno desahogarte con él, pero no contra él. Si te enfadó algo que él hizo sin pensar, mejor díselo. Él sabe que algo pasa, te conoce, se te nota en la cara y en que llevas dos horas hablando en monosílabos. Él ya está desesperado, sabe que algo va mal, y tanto negarlo lo saca de quicio. Vamos, una olla de presión que explota a las tres horas cuando decides contarle el problema y resulta en que no os habláis en dos días. ¿Y qué ganas con eso?
“No me pasa nada”. ¡Pero claro que nos pasa algo! Por lo que he vivido contestamos así por una de dos razones: estamos enfadadas y creemos que él debería saber exactamente por qué (cual adivino), o; simplemente estamos de necias por llamar la atención. Ninguna funciona. Insisto, se nos nota que estamos de malas, o que estamos tristes. ¿Un consejo? Mejor decirles “Sí tengo algo, pero no te quiero contar ahora” y asunto arreglado. Es válido. Y la verdad es que lo toman a bien, y además te ganas un abrazo.
“¿Seguro que estás bien?”. Preocuparnos por el bienestar de nuestra pareja es normal. Pero preguntar insistentemente cada medio minuto no lo es. Ellos también tienen malos días, o días más serios que otros. Si le insistes durante un rato, seguro conseguirás una respuesta: “El problema eres tú”. Y es verdad. Le has sacado de quicio y no vale indignarse. Darle espacio, a nosotras también nos gusta que nos den el nuestro.
“Probaré de todo, al menos una vez”. No lo digas a menos que estés completamente dispuesta. No vale que alimentes esperanzas que después no cumplirás. Es un juego de dos.
“Odio mis muslos/caderas/nariz…” Recuerda: Si él no te encontrara atractiva no estaría contigo, así de claro. Angelina Jolie y Penélope Cruz viven de su imagen y no hacen más que cuidarse. Tú tienes que currar, estudiar o lo que sea. No te compares. Hacer esto te hace ver insegura, y a ellos no les gusta eso. ¿Acaso te gustaría estar con un tío que siempre repite que le molesta su calvicie/barriga/piernas? Aprende a aceptar que eres como eres, y que él está contigo.
“Odio a tu mamá/papá/amigo/hermano…”. No vas a ganar. Si él les ama, no les odies. No tienes que llevarte bien con su familia o amigos al 100%, son todos humanos y los roces existen. Pero no le busques tres pies al gato. Es normal que algo te moleste, y que lo expreses con él, pero no es aceptable cuestionar por qué él les quiere, les estima y tu debes confiar un poco en él.
¡Ah! Y por supuesto no le hagas elegir entre “ellos” y tú. Saldrás perdiendo, sobre todo con su madre, porque condicionar el amor de una persona… no suele salir bien.
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