Las radiaciones de estos aparatos pueden provocar cansancio inexplicable y disfunciones en el sistema inmunológico que pueden derivar en tumores MADRID, 23 (EUROPA PRESS) Tener lámparas, radiodespertadores o teléfonos inalámbricos en las mesillas de noche, dormir pared con pared con electrodomésticos o mantener el 'router wifi' encendido todo el día pueden provocar problemas de salud como trastornos del sueño, dolores crónicos o enfermedades psicosomáticas, según afirmó hoy el vicepresidente de la Fundación para la Salud Geoambiental (FSG), Fernando Pérez.
"El principal problema de estos aparatos es que emiten campos electromagnéticos, especialmente los transformadores de electricidad y las señales telefónicas, que pueden causar desde cansancio inexplicable, hasta disfunciones en el sistema inmunológico que pueden derivar en tumores", explicó el representante de FSG, asociación que inicia este viernes su andadura con el objetivo de "investigar y concienciar sobre los efectos de las radiaciones en la salud".
"Los órganos vitales funcionan mediante impulsos eléctricos, por tanto, el estar sobreexpuesto a radiaciones naturales y artificiales interfiere con los ritmos biológicos y tiene consecuencias para la salud", aseguró Pérez, especialista en Salud Ambiental. "Por ejemplo --indicó-- una lámpara en la mesilla de noche, aunque esté apagada, puede provocar que el cuerpo humano emita señales de hasta 30 voltios mientras duerme, cuando lo normal no sería llegar ni a un voltio".
"Cada día se observan más casos de cáncer y leucemia de origen desconocido, por ello es necesario empezar a plantear seriamente qué papel juegan las radiaciones en la salud y definir soluciones a nivel social", comentó este experto.
En esta línea, estudios como el Informe Karolinska afirman que los niños que viven en casas expuestas a dosis de radiaciones electromagnéticas superiores a 300 nanoteslas, tienen cuatro veces más riesgo de contraer leucemia, y a 200 nanoteslas el riesgo es tres veces superior a lo normal. "Para hacerse una idea --explicó Pérez--, un transformador de cualquier electrodoméstico genera unos 2.000 nanoteslas a menos de medio metro de distancia".
RADIACIONES NATURALES
Por otra parte, la fundación quiere hacer hincapié igualmente en las radiaciones naturales, "porque lo que ocurre en el subsuelo tiene efectos en la superficie y en los campos magnéticos que nos rodean, y por tanto influye en el funcionamiento electromagnético del propio ser humano", afirmó el vicepresidente de FSG.
"En los cientos de viviendas analizadas durante mi carrera, en la mitad de los casos se ha encontrado un problema de radiaciones naturales en el lugar donde se situaba la cama, que es donde más horas al día se permanece y, por tanto, donde se está más expuesto. Y el 80 por ciento de las viviendas están construidas sobre una perturbación geofísica", detalló Pérez.
A este respecto, la legislación es "dispar" en función de los países. "Los más avanzados, como Francia, están eliminando las redes 'wifi' en bibliotecas, colegios y lugares públicos", recordó Pérez, "pero en España la legislación data del año 2001, y establece unos límites máximos que son 4.000 veces superiores a los recomendados por los últimos estudios.
GARANTIZAR LA SALUD DEL CIUDADANO
La tecnología avanza a pasos agigantados y cada vez las personas están expuestas a más fuentes de radiación, pero "las leyes no se están adaptando a esta realidad", dijo este experto. "Es urgente que los poderes públicos tomen conciencia de esta situación y modifiquen la legislación para que la salud de los ciudadanos quede garantizada", apuntó.
En este sentido, el director general de la fundación, Ezequiel Cabado, explicó que el objetivo de FSG es el de "lograr que no haya ninguna persona enferma por estos motivos por culpa del desconocimiento". Para esta tarea, FSG impulsará "programas de investigación, divulgación, concienciación y formación en salud ambiental", añadió.